martes, octubre 12, 2004

Escrita.

Empezaste a escribir en mí con la emoción de un niño que empieza un cuaderno nuevo. Me borraste, rayaste, y volviste a escribir, infinitas, dulces y dolorosas veces. Comenzaste por mis ojos, mi nariz, mi boca,mis pómulos...continuaste escribiendo, cuidando cada detalle, pero sin importar cómo. Los nuevos espacios, de los cuales algunos aún aguardan ser escritos (pero sólo por tu mano) engañaban ser eternos. Mi cuerpo entero se llenaba de palabras y monigotes...que ahogan...que queman...que no se borran...esa tinta mágica que no se borra...pero que cada tanto sangra, igual que tus manos sobre mí...sobre nosotros.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?