· Más que hablar, escríbelo ·

En el umbral. Todavía te veo ahí sentado con la frente marchita con los ojos volados la cara empapada y brillante de azul.No te animás a cruzarlo. Ni yo me animo a hacerte cruzar. Simplemente porque yo tampoco puedo hacerlo. Y simplemente porque no quiero. Y porque ese no quiero es tanto como el te quiero.A veces estamos solos es verdad. Tal vez siempre lo estamos hasta determinado momento hasta determinada persona. Entonces uno se envicia y ya no quiere volver nunca ya no quiere volver a morir. Pero entonces esa muerte llega. Y es dulce la causa y no es casual el motivo. Pero uno vuelve a estar solo y sabiendo que ya ésta vez es para siempre. Que ya no quedan umbrales en los que esperar ni flores amarillas que encontrar.