miércoles, septiembre 13, 2006

Lana.

Tejía y tejía.
Párpados sólidos,
espaldas de gárgolas,
gritos rojos de papel maché.


Guirnaldas con su pelo
de ventanta
en
ventana.-


Garganta llena de hojas secas.
El cero más vacío.
Y siempre
la caspa
del pasto.-

sábado, agosto 05, 2006

Caja.

Julia me dijo que se iba justo cuando la nieve terminaba de cubrirlo todo. Le pregunté por qué. Ella sólo apoyó una caja llena de cosas sobre la cama. Había sido una caja de alfajores Jorgito, y tenía escrito mi nombre bien grande con un fibrón, que seguramente alguna vez fue mío, hasta que Julia decidió que no lo sería más. Cerró bruscamente la puerta del placard, y entonces busqué sus ojos en el espejo. Pero no estaban. La mirada de Julia se había ido, quizás, decidido tomar el tren anterior al que se subiría el resto de ella.

Y, después, sólo se fue.
Jueves 10 de abril. Me senté en el pasto. Tan seco. Hacía días que no llovía, no rocío, nada, no nada. Tenía entonces que cuidar yo de los tréboles. Julia se me acercó con un librito que entraba en la palma de una mano, se acomodó donde encontró más verde, y leyó, sin habernos dicho siquiera hola. Los tréboles estaban a salvo.

Pérdida temporal de la noción.
18 de Julio. La almohada de plumas de Julia, su amada almohada de plumas, estalló. Así también el resto de la habitación, y como resultado, marcas de todo tipo en nosotros. A ella le salieron siempre de las que se ven. Invisibles otras. Como lo fueron las plumas hasta ese día.

Lo que nunca jamás sucedió.
12 de octubre. Lunes. La busqué a Julia con fresias en la mano. 8 días después, y las flores ya marchitas, apareció. Se las regalé de todas formas.

Reducción del espacio.
4 de noviembre. Mi casa entera llena de objetos no-míos. Mi casa tomada. Mi no-casa. Y qué feliz de que así era. De que Julia y sus dos peces se mudaran conmigo. De Julia conmigo. Qué feliz de Julia, de un espejo nuevo, y de una desorientación y un nuevo orden que parecían no afectarme.

To be or not to be.
7 de enero. Una nota con forma de señalador entre las hojas de mi libro favorito: “caballero, guerrero, y poeta al mismo tiempo. Pero no”. Y una firma: “Julia”.

Pero, esa palabra.
23 de mayo. Pelos en el lavamanos. No más peces. No más aullidos de Julia cantando por los pasillos, Julia cantando en la bañera, Julia cantando, aullando, maullando. Julia. No more.

La caja negra.
La puerta, dos sillas, la ventana siempre cerrada, el que-no-se-me-escape-nada (más), el placard, un espejo. Miré de nuevo, por las dudas. La cama, la caja, la cama, la caja arriba de la cama. Tuve que abrirla, tuve que. Y entonces, un librito, tréboles marrones, algunas plumas desplumadas, flores viejas, y una nota con forma de señalador “ahora, decime, ¿quién soy?”.

martes, mayo 16, 2006

Otoño.

Revolviendo la tinta
sacudiendo el envase
no con desesperación, no.
con ingenua búsqueda
y un ojo con aureola azul.

Hay los personajes
que serán siempre yo.
y que salen a flote en pequeñas burbujas.

Ver el fondo,
hechos
en éste torbellino que me genero.

Uno
dos
tres personajes
que no tienen nada que hacer.
Los conozco,
y no puedo darles nada.
una historia,
una histeria
se mimetiza y se esconde.

¿Y qué [esperar] si no soy más que un boceto?

miércoles, marzo 01, 2006

brilla el sol sobre mi

-Y sigo extrañando la lluvia- dijo
Entonces llovió, llovió como nunca.
La rayuela dibujada en el vidrio empañado.
Uno siempre intentando llegar al cielo, y las gotas suicidas a contramano.
A veces me siento tan agua.

De lejos se ve bien.

Y cuanto más me alejo, más estrellas se ven.
Tan sólo unos pasos, y ya brilla una nueva a mi vista
a mi ser.
Alejarme no es estrellarme, ni mucho menos
Un poco más. Un poco más.
Ya se escucha el ruido azul.

domingo, enero 15, 2006

que diluvie

-¿viste cómo llueve?
y apretaba los párpados negándose a ver.como para amortiguar. como si no pudiera escuchar. como si de todas formas no sintiera.
perder los sentidos. el sentido como rumbo.
tenía que aprender a aprender. empezar por el principio. pero el órden. ¿cómo hacerlo?
aceptar lo aceptable. y el amasijo siempre ahí esperando para saltarle encima.
·sería bueno no pensar·
si acaso no pensara, entonces, ¿qué es esto? tangerine, tangerine, y ahí reflexionando hasta sobre lo irreflexionable.
la enredadera, enamorada del muro, teje, sube...y baja, no me sigas. entra al laberinto de sí misma. pero claro, como todo laberinto: ¡oh!, el minotauro.
de nuevo en la entrada. en la nada más que la pregunta. se nubla. y el secreto vuelve al centro.
qué más da, llueve adentro también. puedo sentirlo, estoy mojada después de todo.

miércoles, noviembre 23, 2005

bla bla bla

Un poco perdido, ala que siempre agita
azul la nota, el encierro no es para vos.
¿Jugamos a que te cuento un cuento?
revolvé aquel baúl de disfraces
el verde te queda bien
pero si las llaves ya las tenés
buscás, quizás otra cosa
nada normal, nada especial
no se ve, lo sé, pero ahí.
no, no se escucha la canción que querés.
esa melodía-kibutz
de un sólo tiro al cielo.

Quizás el reloj esté roto
y aquel gato de cera derritiéndose.

Los espejos pueden cortar, sí.
¿y explotar burbujas?

lunes, octubre 24, 2005

La coleccionista de burbujas

El otro día, mientras viajábamos, mi mamá me contó la historia de "La coleccionista de burbujas",
que en realidad es un cuento infantil, que en realidad podría ser yo perfectamente.

Parece ser que...había una vez una nena que coleccionaba burbujas en cajitas.

De todos los colores. De shampoo, detergente, lo-que-fuera.
Parece ser también que era lo que más le gustaba. Es por eso que un día la nena lleva sus cajitas al colegio para mostrarles a sus compañeras.

Y, claro, cuando las abre, no había nada ahí. ¡Plop! y chau burbujas.
Entonces las compañeras se rieron y rieron. Y la nena se puso mal y lloró y lloró.
Un nene, que vio todo ésto, se sintió mal por ella, y además le caía bien.
Agarró un chicle, hizo un globo, y se lo regaló.
La nena agarró una cajita y lo puso ahí adentro.
¿Entonces? Ya tenía una burbuja que no se iba a romper...


Sí, final feliz. Al menos hasta acá.
Siento tanto que podría ser yo.
Especialmente por esa facilidad que tengo para querer esas cosas que terminan no existiendo, no siendo.
O tal vez no sea la coleccionista precisamente, sino la coleccionada. Es decir...·¿soy?·
Quizás, una burbuja en una cajita.



martes, octubre 11, 2005

Encendido. Apagado.

esa maga de luna, maga de llanto
si por una noche no se derramara
si por una vez no se birfucara
para luego escapar
para luego estallar



...


y si sentir fuera ser.

eso.


pensar en ser.
encendido.
apagado.

miércoles, septiembre 28, 2005

How i wish

Alicia ni supone, ni piensa,
con la luna por cerebro.



(quizás, sólo quizás, después de todo, me parezca un poco a Alicia...)

domingo, septiembre 25, 2005

Soriano



¿Cómo hablar de nosotros si no sabemos quiénes somos? Yo no tengo biografía. Me la van a inventar los gatos que vendrán cuando yo esté, muy orondo, sentado en el redondel de la luna.

viernes, septiembre 23, 2005

hasta que la distracción venía a salvarla


¿por qué la gente corre cuando llueve? si llueve tanto por adelante como atrás...


leo. pienso. no pienso. mente: ¿por qué...? a ver... ¿por qué? ... no sé, pero cómo me gusta caminar abajo de la lluvia. así. como hoy. sin apuros. sin nada más que sentirme viva como pocas o tantas veces. qué lindo. la lluvia.


me quedo un poco en ese pensar que no es pensar. y pregunto. (no me gusta preguntar, pero ante la ignorancia...prefiero hacerlo y aprender...-hasta que la distracción venía a salvarla-)

parece ser (y tiene TODO el sentido) que la gente corre para llegar pronto a su destino, a su techo, algún techo, protección, coraza, caparazón.

parece ser que es lo más lógico del mundo, de hecho ahora es lo que creo...creo creer al menos.
o quiero creer.

¿por qué no pensé en eso? me siento tonta al respecto.

la lluvia...ay la lluvia...

tonta.
tontísima.

jueves, septiembre 22, 2005

¿por qué los árboles se abrigan
en verano -primavera-?



ayer estaba pensando que...

sí, a veces pienso

cuando me preguntan una estación del año digo ·invierno· pero después me aburre un poco...

cada cambio de clima, cada cambio de estación, pienso ·cómo me gusta ésto...· , por lo que llegué a la conclusión, dadas las leyes de la lógica, de que lo que me gusta, es vivir.










domingo, septiembre 18, 2005



suicidio de espejo


martes, septiembre 13, 2005

Mente en colores

Mente en blanco. Mente en colores. Nada existe. Pero todo está ahí. Y ahí pero dónde. Y ahí pero cómo. Pero no. Sólo ahí.
Yo no sé poner la mente en blanco. Siempre me termina atacando algún color. Lejos, tan cerca. Y no entiendo. Es que no lo entiendo. Sólo pasa y ¡PUM! ahí está todo. Y es que es tan sencillamente imposible. Tan sencillamente hermoso y perverso. Que salir al día y encontrarme con que sí estoy viva me da llanto.
¿Y por qué digo ·imposibles·? Todo lo abstracto me resulta imposible. Y si no lo veo y lo toco (para luego romperlo, como todo) no es. Y si me veo no tengo por qué ser. No necesariamente, no tengo por qué. Saco una distracción de algún lado, otra de allá, y resulta que la parálisis y el estancamiento mental son mi ·blanco·. Pero no. Pero ahí los colores.
Y pensar en ser. Pensar ya es no-ser. O quizá sólo sea mi negativa a aceptar lo aceptable. A aceptar que es conformismo el ·si no pienso entonces debo ser·. Y los impulsos (oh! los impulsos). Pero es que pienso. Y mi pensar se da en ese desórden que se acumula en un armario repeleto del que se empiezan a caer las cosas de a poco. Entonces con toda la no-paciencia que tengo las guardo. Y un día el lleno armario pide a gritos que le dejen respirar, al menos. Pero ni dentro ni fuera de él hay ese aire, ese ·blanco·. Me pongo a jugar con las distracciones, ¡PUM!. Y he ahí los colores.



pd: ¿Por qué los árboles se abrigan en verano?

jueves, agosto 18, 2005

Otro amanecer despiadado

Ésto no es mío, a diferencia del resto del blog. Ojalá lo fuera. Podría, de hecho es lo que siento. Debe ser por eso que tuve la necesidad de adoptarlo. Abrazarlo al menos.


Otro amanecer despiadado. Mis manos impotentes acariciando la bruma. Tu ausencia. Todo lo que no te digo. Restos de humo en el cenicero que siempre olvidás vaciar.
No seas ilusa, Annie. Los vampiros se ríen de las canciones de amor.
En días como hoy ni se me ocurre acercarme a la biblioteca. Cualquier libro va a ser Cortázar.
“Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa...”
Todas las putas frases agazapadas, listas para saltarme encima y destrozarme a zarpazos ante el menor descuido.
Mis mañanas no son muy Bogart, muñeca.
El agua fría erizándome el cuerpo. Cualquier ropa es un disfraz. La ciudad como un tigre. Vos sabés, no todos son de papel.
Y si me voy da igual, dejo la piel acá. Jirones en tu alfombra como un trofeo de caza.
Un subte. Una chica con guitarra y pelo azul. Algún día me voy a cansar de buscarte en otras caras, en otras camas. No hoy.
Tu fantasma acechando el éxtasis. Tu nombre en un rugido que se pierde debajo de su lengua.
Hundirse en el juego es tan fácil. Dejarse llevar.
Pero qué hacer con esta imperiosa nececidad de romper el sol a pedradas.

lunes, agosto 08, 2005

¿Y el soldado de lata? (también jugaría con ella...)

Muñequita de cristal
vestida de coraza
¿Para qué?
Si estás para jugar
¿Para qué?
Si vos sóla te la sacás.

Hundís el cuchillo
avivás la llama
aguantás el aire
ahogás el grito.

Muñequita de cristal
incendiada, ni cenizas
tan salada
tan turbia
ajena, perturbadora.

Muñequita de cristal.
·Simplemente se rompió·

lunes, julio 25, 2005

Inconsciente


Por mirarse no le importó ensuciarse
no le importó meterse en el barro
meter sólo los pies no le importó
-I don´t care, it´s ok-
Los tobillos se veían al menos
y sus dedos seguían moviéndose.
-Knees and toes, knees and toes-

Por mirarse no le importó mojarse
no le importó más barro, más sucia
ya no me veo las rodillas no le importó
-Just a little bit of water-
Boca, manos y ojos aún corrían
para vomitarse lo necesario
-The panic, the vomit, the panic, the vomit-

Por mirarse no le importó ahogarse
no le importó el barro, el agua
ella toda ella no le importó
-Won´t you miss me?-
El alma desparramada en el charco
el charco sólo charco, no alma
-If I could be who you wanted-

domingo, julio 24, 2005

Ojalá durmiera siempre.


Si pudiera recordar lo que sueña no sería más feliz, como suele creer-pensar.
Si pudiera recordar lo que sueña sería aún peor. Sería encontrarse y perferse, sería solo -ahí-, sólo -allá-. Romper aquel cristal, aquella maravilla que se siente, por más que no la pueda recordar, sería la agonía de concientizarse de que solamente fue eso, un sueño.

lunes, julio 11, 2005

Él
























Me pongo a pensar en lo que significa éste hombre en mi vida. Casi que puedo oler sus cigarros, ver el humo, la lapicera vertiginosa y oir lo mal que tocaba la trompeta.
Me pongo a pensar en Julio Cortázar, e inevitablemente me doy cuenta de qeu no existe palabra alguna para explicar cuánto y cómo me marcó.
Libros-espejos, me gusta llamar a sus obras. Libros-espejos que fascinan, y enseñan, y duelen, y lastiman, y curan.
Hojas escritas, ésta solo una más, pero cada vez que muevo la birome y que vomito todo lo que tengo dentro, sale una parte de él, una de las tantas cicatrices que adoro que me haya dejado.

viernes, julio 08, 2005

Segunda muerte.



Entonces toma un trozo de espejo y se corta la muñeca. Naturalmente sangre, y fluye y corre, pero cesa y se va. Entonces no alcanza y toma otro trozo más afilado y lo vuelve a hundir en tora porción de ser marchitado. La sangre. De nuevo. Rojo. La sangre. Mil y un tajos cada vez más profundos y constantes, para que ya no cesen, para que siempre corra, para que, al fin, algo no la abandone.


This page is powered by Blogger. Isn't yours?